Hotel Bombay: cruel realidad
En Noviembre de 2008, una serie de ataques terroristas sacudieron la ciudad de Bombay. Durante los días que duraron, 173 personas resultaron muertas y más de 300 heridas. Uno de los objetivos de los atacantes fue el lujoso Hotel Taj Mahal, donde entraron y fueron asesinando y tomando rehenes habitación por habitación. Durante esas horas, el mundo contenía la respiración mirando al Taj Mahal, que se convirtió en el Hotel Bombay.
La película australiana de 2018, que ya se ha estrenado en otros países, llega a España el 6 de Septiembre. Y llega con suspense, drama, tensión y terror. La ópera prima de Anthony Maras emplea de una manera excepcional el recurso de convertir una tragedia anónima en personal. Cada personaje nos importa, de una manera o de otra, y a través de ellos sentimos el miedo y la confusión.
El drama del terrorismo
Arjun es un camarero del Taj Mahal, un hotel del más alto lujo. Cuando olvidó sus zapatos, seguramente pensó que tener que volver a casa sin trabajar es lo peor que podía sucederle. Pero finalmente, el jefe Oberoi le permite quedarse y atender a los huéspedes. Entre ellos están David y Zahra, un matrimonio joven que viaja con su bebé y su niñera. Mientras, en un café cercano, una pareja de mochileros, Eddie y Bree, sueñan con su entrada al Taj.
Pero esta entrada no es ni mucho menos como la imaginaban. Cuando los terroristas atacan el café, logran huir corriendo y buscan refugio en el hotel, donde los clientes cenan, ajenos al peligro. Conscientes de que se están produciendo atentados terroristas por toda la ciudad, los empleados del Taj Mahal permiten a la gente refugiarse allí. Pero la pesadilla, lejos de haber terminado, está a punto de comenzar.
Personalizando el sufrimiento
Como en varias películas basadas en hechos dramáticos reales, Hotel Bombay nos explica la tragedia a través de varios personajes envueltos en ella. Lo hace de una manera excelente, pues con pocas pinceladas, pone una dimensión en las víctimas. Y una vez conseguida la conexión viene el siguiente paso, que es conseguir transmitir la confusión, el miedo, la tensión y el dolor. Otro punto fuerte es cómo se entrelazan los hilos argumentales de los diferentes personajes.
La fotografía es excelente, cruda y directa, lo bastante explícita para resultar tremendamente impactante pero sin llegar a ser desagradable. Por ponerle un pero, es posible que Hotel Bombay toque el tema del fundamentalismo religioso de una manera demasiado simple y poco profunda, teniendo en cuenta el peso real que tuvo. La dimensión que les da a los terroristas no es tan profunda como la de las víctimas, pues no pasa de resaltar su juventud, su fanatismo y poco más.
En cualquier caso, Hotel Bombay es un drama lleno de suspense, con acción desde el primer momento. A través de la empatía con las víctimas, logra mantener la tensión durante las más de dos horas de película, lo cual no es decir poco. Muy recomendable para revivir una (otra) de las grandes tragedias del siglo XXI.
Dirección: Anthony Maras.
Reparto: Dev Patel, Armie Hammer, Nazanin Boniadi, Anupam Kher, Tilda Cobham-Hervey, Jason Isaacs, Alex Pinder, Amandeep Singh, Suhail Nayyar, Natasha Liu Bordizzo, Angus McLaren, Yash Trivedi, Vipin Sharma, Manoj Mehra, Carmen Duncan.
Duración: 125 minutos.
Estreno: 6 de Septiembre.