La vida patas arriba
Imagínate que en 48 horas te quedas sin novia, sin trabajo y vuelves a casa de tus padres ¿qué haces? Pues eso es lo que le pasa a Marcos (Quim Gutiérrez), el protagonista de Te quiero, imbécil. Una comedia romántica de la directora Laura Mañá de la que conocemos otros filmes como Concepción Arenal, la visitadora de cárceles y Clara Campoamor. La mujer olvidada.
Marcos es un chico tradicional, tiene 30 años y su novia le deja justo cuando le pide matrimonio, con lo que se va a vivir a casa de sus padres. Por si fuera poco, le echan del trabajo. Su vida se vuelve un desastre y decide reinventarse y volverse «un hombre del siglo XXI». No hay mejor manera que buscar en Google todas las dudas acerca de cómo hacerlo y se va a encontrar con un youtuber que tiene la respuesta a todo. Mientras trata de modernizarse se encontrará con una amiga de la infancia, una nueva jefa, su ex novia y unas nuevas aplicaciones para ligar con las que no acaba de congeniar.
El amor de verdad en tiempos de Tinder y apps para ligar
El amor es un tema que claramente está en Te quiero, imbécil simplemente con ver el título lo podemos intuir. Estamos en pleno siglo XXI en el que parece que los jóvenes y no tan jóvenes no queremos ese «amor de verdad» y hay aplicaciones como Tinder para conocer a otras personas y saber como son con antelación, una manera más fácil de ligar. Sin embargo nos encontramos con Marcos, un joven que no le gusta nada de eso y que representa a una parte pequeña de la población a los que le gusta más lo tradicional, no conocer a alguien por Internet.
Marcos nos muestra todo lo que se puede llegar a hacer para ser un hombre del siglo XXI, como cambiar de look, llevar unos hábitos y costumbres a los que él no está acostumbrado. En este proceso de cambio aparecerá Raquel, una antigua amiga pero que rompe sus esquemas por lo auténtica que es.
Te quiero, imbécil la ruptura con los estereotipos
En la cinta nos encontramos con Marcos (Quim Gutiérrez) y Raquel (Natalia Tena) que son unos personajes peculiares que rompen con los estereotipos que estamos acostumbrados a ver.
Raquel es una chica con mucha fuerza, libre y muy espontánea. Es una mujer peculiar y no es la típica que nos encontramos en las películas que tiene que gustar a los hombres. Tiene una personalidad brutal y diferente, es algo que ha sabido demostrar muy bien Natalia Tena. Una interpretación magnífica en la que ha transmitido a una mujer con una personalidad fuerte, pero que en el fondo es muy tierna.
Marcos, por otro lado, es un chico que acaba de recibir un golpe muy duro, como ya hemos visto. Es muy influenciable, se puede ver como se deja llevar por sus amigos y permite que su ex-novia le utilice. Quim se mete totalmente en el papel de ese chico desubicado que no sabe en qué momento de su vida se encuentra.
Una película para pasar un buen rato
Definitivamente, Te quiero, imbécil es una película para reírse y para pasar un buen rato. Una cinta que te atrae realmente por la comedia pero en la que te encuentras una situación que a muchos treintañeros les ocurre: un mundo que se está modernizando y los hábitos empiezan a cambiar. Nos encontramos un rol tanto del hombre, como de la mujer muy distinto al que estamos acostumbrados a ver.
Dirección: Laura Maña.
Guion: Abraham Sastre e Iván José Bouso.
Reparto: Quim Gutiérrez, Natalia Tena, Ernesto Alterio, Alfonso Bassave, Alba Ribas, Patricia Vico, Francesc Albiol, Núria Valls.
Género: Comedia romántica.
Duración: 86 minutos.
Fecha de estreno: 24 de enero de 2020.