La serie fue la primera producción que Netflix rodó en España
Tras cinco temporadas de éxito, ha llegado el momento de decir adiós a nuestras Chicas del cable, en un final que muestra la increíble evolución de sus protagonistas, aunque un tanto surrealista en su conjunto.
La primera parte de esta última temporada nos dejaba de nuevo en ascuas, como es habitual en la ficción, con Lidia (Blanca Suárez) siendo internada en un centro de educación dirigido por la mala malísima de la serie, Doña Carmen (Concha Velasco), con Francisco (Yon González) y las chicas intentando rescatarla.
Esta última tanda de episodios da de nuevo un salto temporal, aunque menor el anterior, de siete meses. Este tiempo, Lidia ha estado recluida en prisión mientras Francisco lucha para sacarla de allí. Marga escondía a Pablo y a Julio en su casa al tiempo que continuaba con su embarazo. Por último Carlota y Óscar se distanciaban más día a día…
En Las chicas del cable las protagonistas sin duda son ellas. Puesto que, aunque los personajes masculinos también están bien dibujados, no dejan de ser las parejas que acompañan y apoyan a las chicas, referente indiscutible de la ficción.
Una trama que no se sostiene
En la serie nos muestran cómo, tras la Guerra Civil, Franco ha llegado al poder y el ejército toma medidas para mantener la paz, encerrando a mujeres en centros de reeducación, deshaciéndose de los homosexuales. Hacen redadas constantes para encontrar a los republicanos que queden… el problema es que no es un retrato real de la situación, algo a lo que ya están acostumbrados los seguidores de la serie, es cierto, pero en esta temporada, y en concreto en la segunda parte, esta sensación se lleva la palma.
Porque la mejor manera de calificar esta segunda tanda de episodios es sin duda surrealista. La serie continúa tirando del drama de las chicas, de sus ideas de cambiar el mundo y de sus relaciones, pero las tramas no se sostienen y los giros de guión son constantes, haciendo que el espectador no pueda dejar de mirar la pantalla por temor a perderse completamente si lo hace.
¿Es el final que se merece la serie?
Los guionistas han querido encumbrar a las protagonistas hasta el final, en un alegato de feminismo y fuerza. Pero lo cierto es que el relato en sí no se sostiene, porque si el espectador lo piensa un poco, la trama no tiene sentido, y hacia el final se vuelve una carrera de pollos sin cabeza en la que todas las decisiones son dramáticas y desesperadas.
La ficción ha querido terminar encumbrando a sus protagonistas como heroínas, pero es un final difícil de creer en una época difícil para España que no se ha sabido reflejar. Da la sensación de que las primeras temporadas tenían más sentido en ese aspecto, cuando seguían siendo Las chicas del cable, porque hace tiempo que dejaron de serlo.
Dirección: Ramón Campos (Creador), Teresa Fernández-Valdés (Creador), Antonio Hernández, Roger Gual, Carlos Sedes, David Pinillos, etc.
Reparto: Blanca Suárez, Ana Fernández, Nadia de Santiago, Ana Polvorosa, Yon González, Nico Romero, Concha Velasco, etc.
Duración: 50 minutos por capítulo.
Plataforma: Netflix