Si fuéramos sinceros siempre, ¿existiría la ética?
Este tercer capítulo de Merlí: Sapere Aude es casi una continuación directa con el anterior, parece una película, como si el corte fuera prácticamente inexistente entre uno y otro. Pol es sorprendido por una llamada de Oti mientras hace ejercicio. Su amiga le recrimina que no haya contestado a sus llamadas, le echa de menos. Pol promete que hoy se verán.
Una vez en casa, aparece una de las primeras escenas en las que Pol se medica tras el positivo en VIH que descubrimos en el primer capítulo. Por cómo se desarrolla y por sus movimientos, se puede intuir que sigue siendo un secreto para su familia y amigos. Las pastillas que le recetó el médico están escondidas entre su ropa. ‘¿Me preguntaba si hoy vas a la Universidad?’ ‘¿Qué tal en el parking?’ Su padre, Alfonso le lanza estas preguntas como si intuyese que algo ha cambiado en la vida de su hijo, como si desde hace días todo fuera distinto.
Gloria, la pareja de su padre sigue sin saber que ahora trabaja para Rai y, mucho menos la deuda con Hacienda. ‘Cuando uno empieza a mentir es difícil salir del bucle’ sentencia el personaje interpretado por Boris Ruiz.
María Bolaño y Axel conversan en el paraninfo mientras fuman un cigarro. La profesora, admirada por el trabajo de restauración entiende que su acompañante haya dejado de ir a sus clases, aunque fuera como oyente. Cambiamos de escena, esta vez Alfonso corta el césped en casa de Rai, donde parece tener algún que otro problemita para entenderse con la exigente dueña de la casa.
Merlí: Sapere Aude nos mantiene en vilo con este tercer capítulo
Como le había prometido a Oti, Pol vuelve a pisar el templo de la filosofía. No da demasiadas explicaciones, al menos ninguna cierta. A Rai le repetirá el mismo argumento que en el segundo capítulo, la que parece ser su excusa perfecta: los problemas de su padre. Aprovecha también para pedirle perdón por la bronca que habían tenido anteriormente y, tras el reencuentro del grupo de amigos, Rai les invita a una de esas fiestas que tanto le gustan organizar en su casa. Además, aprovecha para comentarles que ya no trabaja en el parking. Oti rápidamente le invita a hablar con Ángel, el dueño del bar Satanassa.
Todos los caminos parecen llegar a Axel dentro de la facultad. ‘Hombre, el desaparecido’ le saluda. Pol, al igual que ha hecho con Rai, aprovecha la oportunidad para disculparse por su mala actitud del último día que se vieron.
Axel ha descubierto en él lo que todos sabíamos ya: Pol Rubio es fuerte por fuera pero vulnerable por dentro. En la línea de todos los capítulos anteriores, Pol no se toma precisamente bien esas palabras. Axel, vuelve a proponerle un plan juntos, pero esta vez la excusa será esa nueva búsqueda de trabajo.
El cambio de escena es maravilloso. Empieza la clase de María Bolaño. Pol y Axel comparten pupitre. ‘¿Si fuéramos sinceros siempre, existiría la ética?’ Parece que incluso el contenido de la clase está invitando a Pol a reflexionar sobre todo lo que está pasando en su vida. Mientras Axel disfruta de la clase de ética, miembros del Patronato visitan su trabajo, con la sorpresa de que él no está y, encontrándose un cigarrillo en la sala centenaria. Cuando el rector le recrimina esta actitud, no dudará en acusar a María Bolaño.
Algo que todavía no había comentado en ninguna de las reviews sobre Merlí: Sapere Aude, es la relación entre María Bolaño, y su hija Laura, interpretada por la actriz Gloria Ramos. Es una relación un tanto peculiar, pero sin duda todas las escenas que comparten las dos actrices se convierte inmediatamente en mis favoritas. Tras la última bronca, llega a la reconciliación, y mientras madre hija hablan sobre la inminente salida de casa de Laura, aparece Pol para pedirle a su profesora una segunda oportunidad para ese examen que dejó en blanco. María, acepta que Pol repita el examen a cambio de que confiese quién de sus amigos ha copiado y deja a Laura a su cargo, como vigilante. Tras el chivatazo, Oti pasa de tener un 10 a un 0 en el examen de ética y esto se suma a la lista de preocupaciones que tienen sus padres.
Nuevo encuentro entre Axel y Pol
Segundo encuentro dentro del mismo capítulo de Axel y Pol, esta vez dentro del paraninfo, con una luz especial. Le confiesa haber vendido a su amiga Oti, reflexionando sobre la ética que explicaba la profesora. Aquí hay una de mis escenas favoritas del capítulo que es cuando Axel «absuelve de sus pecados’’ por decirlo de alguna manera a Pol, con una caricia en la frente, una escena muy íntima. La escena es perfecta hasta que aparece el padre del carpintero, enfadado por la llamada de atención que ha tenido con el trabajo de su hijo.
Una vez en casa, Gloria tira una indirecta al aire mientras observa a los turistas que ríen enfrente de su terraza junto a Pol: ‘al menos ellos ríen, porque últimamente en esta casa se callan muchas cosas’. Sabe que Alfonso no está yendo a ajedrez. Cambiando de escena rápidamente, Pol llega al Satanassa para tener una entrevista con Abelardo, el dueño del local. Le pone a prueba para saber si debe contratarle o no y, la verdad es que la pasa con creces. Abelardo solo le pide fidelidad, que no le traicione y Pol, ante esas palabras, no puede evitar venirse algo abajo, confesandole que lleva mintiendo durante unos días a todo el mundo que quiere. ¡Otra de mis escenas favoritas!
En otro lado de la ciudad, una habitación, Oti y Biel se acuestan, una sorpresa sin duda, pero, esta pareja me gusta, ojalá prospere a lo largo de la temporada porque sea lo que sea con estos dos, mola mucho. Todos habían prometido ir a la fiesta que había organizado Rai, pero poco a poco su grupo de amigos puedes colgándose del plan. Da la sensación en todo momento que desde que no está Minerva, está algo solo.
¿Qué nos traerá el siguiente capítulo? Sin duda emociones fuertes. ¡Esta temporada no nos da ni un respiro! Está T2 de Merlí: Sapere Aude nos está enganchando de una manera muy loca. ¿Qué os está pareciendo? ¿Será capaz Pol de contarle a alguien más que está sufriendo en silencio?