La verdad que tiendo a prejuzgar las películas cuando veo un trailer o empiezo a leer alguna noticia sobre ellas. Y Wonka era de esas películas que no me llamaban nada la atención. Me parecía una secuela que nadie había pedido y que utilizaba la fama de uno de los actores más de moda en el Hollywood actual. Dicho todo esto por adelantado, tambien me alegra poder cambiar tanto de opinión de una película.
Wonka, un mundo diferente
En Wonka conoceremos los orígenes del mítico chocolatero Willy Wonka, que con tan solo 12 soberanos de plata ha conseguido llegar a una recóndita ciudad famosa, entre otras cosas, por la Galería Gourmet, donde los 3 mejores chocolateros del mundo hacen negocios. Willy está dispuesto a ser uno más entre ellos para así poder cumplir una promesa que le hizo de pequeño a su madre.
Lamentablemente las historias no tienen un final feliz, Wonka será rechazado entre sus colegas y se verá obligado a trabajar en una lavandería, intentando vender a escondidas su fantástico chocolate, huyendo de las autoridades mientras tanto.
Desde los primeros minutos de Wonka, podemos advertir que estamos ante un mundo completamente fantástico. Si bien en Charlie y la Fábrica de Chocolate, esa fantasía estaba limitada por los muros de la propia factoría y su excéntrico dueño, aquí nadie parece sorprenderse más de la cuenta con que el protagonista pueda sacar una tetera del sombrero o embotellar rayos de luz con lo que hacer sus bombones. Una vez asumes como está construido este mundo, todo se vuelve mucho más disfrutable.
Se trata de algo similar a lo que ocurre en Mary Poppins, historia con la que también comparte cierto parecido visual. La ciudad a la que llega el protagonista tiene ese aspecto de Londres de finales del Siglo XIX y está lleno de personajes coloridos y pintorescos, casi como de obra de teatro. Visualmente resulta muy llamativa y los efectos digitales, aunque exagerados, casan a la perfección con el tono de la película.
Una experiencia muy musical
Por sí el trailer no lo dejaba claro del todo, Wonka es una película mayormente musical. Tiene espacio para diálogos pero hay una enorme cantidad de canciones, con una puesta en escena de un musical de Broadway. Decenas de actores bailando en el escenario, efectos y tonadillas pegadizas salpimentan la película mientras el reparto lo da todo con las canciones.
Y es que el reparto es otro de los puntos fuertes de Wonka. En primer lugar, Timothée Chalamet ha sido toda una grata sorpresa tanto su faceta como cantante con la de bailarín en la película. Pero el resto del reparto también está a la altura, empezando por nombres de altura como Olivia Colman o Jim Carter (que sigue haciendo de un personaje muy a lo Downtown Abbey) o cómicos como el divertidísimo Keegan-Michael Key o el gran Rowan Atkinson. Sin embargo no creo que haya mucho que destacar del pequeño papel de Hugh Grant, quien lamentablemente provoca más incomodidad en el espectador que otra cosa en cada aparición.
Wonka nos sitúa más en sintonía del universo que la versión de Charlie y la fábrica de chocolate de 1971, de Gene Wilder que en la versión de Tim Burton y Johnny Depp del 2005. Por un lado se ignora por completo ese origen retorcido de Burton y además podemos ver los oompa-loompa originales, así como un esbozo de lo que será la mítica canción Pure Imagination de la primera película.
Como decía al principio, me alegra cambiar de opinión y haberme encontrado que Wonka es un gran musical, que hace volar la imaginación y además cuenta con un protagonista que lo ha dado todo para ser uno con el personaje. Salí de la sala con una sonrisa en la boca y recordando las grandes canciones de la película.
Dirección: Paul King / Guion: Simon Farnaby, Paul King / Reparto: Timothée Chalamet, Olivia Colman, Hugh Grant, Paterson Joseph, Sally Hawkins, Rowan Atkinson, Keegan-Michael Key, Mathew Baynton, Matt Lucas, Jim Carter, Calah Lane / Género: Fantasía, Musical / Duración: 112 minutos / Fecha de estreno: 6 de Diciembre de 2023