El Festival TCM continúa con su primera edición en España, y el segundo día tras la inauguración ha comenzado con una sesión matinal donde hemos podido disfrutar de uno de los buques insignia de la dilatada filmografía de Steven Spielberg, E.T. el extraterrestre. Una sesión donde han asistido desde los más pequeños a los más mayores y que ha dado lugar a sentimientos de felicidad y nostalgia.
E.T. el extraterrestre nos cuenta la historia de un pequeño ser alienígena que es abandonado por sus compañeros accidentalmente en nuestro planeta. Huyendo de unas extrañas personas que van tras él, se encuentra con el joven Elliot, que decide darle escondite en su casa. Elliot consigue la ayuda de sus hermanos para que E.T. pueda construir un artilugio y así contactar con “su casa” a la vez que entablan entre ellos una gran relación de compañerismo y amistad.
Una historia excelente de principio a final, donde Spielberg nos muestra la otra cara del mundo extraterrestre, alejándose del estereotipo de alienígena malévolo y colonizador de planetas. E.T. es un ser inofensivo e inteligente, que no duda en confiar en Elliot y arrimar el hombro en los momentos claves.
E.T. y la nostalgia de la mano, más de tres décadas después
Como si de la primera vez se tratase, un claro sentimiento de nerviosismo e ilusión invadía la sala llena. Y es que la nostalgia en los presentes se notaba en el ambiente. Spielberg ha conseguido que después de 35 años, una de sus más preciadas cintas, E.T. el extraterrestre, siga encendiendo la llama de la ilusión en mayores y pequeños, siendo la película de su vida para muchos.
La película del director estadounidense realizada en el año 1982 tiene como premisa tratar un tema tan enigmático y desconocido como es el mundo y sus seres alienígenas. Pero con lo que nos sorprendió Spielberg por aquel entonces y que en la actualidad lo sigue haciendo, es el trasfondo que proyecta su filme. Steven Spielberg consigue tratar un tema de gran inmensidad como es la relación entre seres de distintos mundos llevándolo a una simple y concreta relación de fieles amigos, E.T. y Elliot.
¿Y cómo consiguió Spielberg por aquel entonces crear semejante obra maestra de la ciencia ficción? La respuesta es muy sencilla. El bueno de Steven Spielberg consiguió crear un guion que va a quedar para los anales de la historia. Consigue concentrar todas las emociones que puede sentir el espectador en un solo guion, con un gran número de toques cómicos y referencias a películas de la época como Star Wars. A la vez, se observa que Spielberg estaba en un momento de plenitud en cuanto a su visión de realizador, utilizando diversos planos y recursos que desde hace más de tres décadas no hemos podido olvidar.
Poco más cabe decir sobre esta cinta de Spielberg, ya que ella habla por sí sola como una referencia de la ciencia ficción y de la filmografía del director. TCM no pudo elegir mejor una película para proyectar en su sesión matinal que E.T. el extraterrestre, que vuelve a casa, vuelve a la gran pantalla.