En los últimos años Steven Spielberg se ha movido como director de un género a otro. Salvo alguna excepción, sus películas siempre son sinónimo de calidad. Si ya el año pasado volvió a la crítica política con el biopic de Los archivos del pentágono y ganó varias nominaciones a los premios Óscar, este año ha vuelto a vuelto a sus orígenes. Ciencia ficción y toneladas de aventura es lo que nos espera en la adaptación de la novela homónima de Ernest Cline, Ready Player One.
Ready Player One nos sitúa en 2045. Tras una grave crisis, el planeta entero se encuentra sumido en una gran depresión. La humanidad huye de su depresiva vida y se refugia en la red. Allí los programadores James Halliday y Ogden Morrow crearon una realidad de fantasía donde todo es posible llamada OASIS. OASIS es un abanico infinito de posibilidades; puedes ser lo que tu quieras y cómo tú quieras. Lamentablemente, el cerebro detrás de ese mundo virtual, Halliday, murió pero no sin antes dejar un huevo de pascua dentro de su creación. Tres llaves escondidas en complejos laberintos y puzzles desbloquearían el mayor poder de todo OASIS y con él el control del mundo virtual. 5 años después nadie ha encontrado ni una sola de ellas, pero el joven Wade, alias Parzival, junto a otros amigos intentarán descubrirlas, haciendo frente a la corporación IOI.
Ready Player One, el espectáculo visual del año
Desde el primer minuto en el que Wade abandona las deprimentes Torres de Columbus y entra en OASIS dan ganas de ir deteniendo la película fotograma a fotograma. Más allá de lo complicado que tiene que resultar plasmar en pantalla un mundo tan explosivamente creativo, el mundo de Ready Player One llama mucho la atención por las referencias a la cultura pop. En un mundo donde la gente empezó a abandonar la realidad tradicional por una virtual en 2020, OASIS es un repositorio de toda la cultura friki. Es posible que sea la película con más referencias por minuto que haya visto. Cómics, películas de los 80, videojuegos… hasta juegos de rol aparecen constantemente en un desfile de cameos de personajes al que tardas un rato en acostumbrarte. Es imposible verlas todas la primera vez, así que mucho mejor para ti y para no perderte la trama que simplemente disfrutes de la película.
Pero no todo es un desfile de caras conocidas, la película desborda nostalgia por un pasado mejor y cierta inocencia infantil. Aunque los protagonistas de la historia están envueltos en una realidad muy cruel, ésta no se trasmite al espectador excepto en un par de momentos puntuales. La chispa del Spielberg más aventurero hace acto de presencia aquí ofreciéndonos un mundo de posibilidades que nos deja aún con ganas de más. Quizás como punto negativo, casi todo el desarrollo del último acto peca un poco de ingenuo, tratando de volverse una aventura juvenil clásica, dejando de lado las posibilidades dramáticas que se nos han ido planteando hasta entonces.
El reparto de Ready Player One está correcto, sin muchas florituras ya que son sustituidos por modelos en CGI durante la gran mayoría de la película. Los protagonistas Tye Sheridan y Olivia Cooke tienen bastante química entre ellos pero de todo el reparto yo destacaría la ternura que desprende el personaje de Mark Rylance, uno de los actores fetiche del director en los últimos años.
Tanto el trabajo de recrear OASIS como el de los personajes en 3d es impecable, llegando a integrarse con imágenes reales sin que lleguemos a tener claro qué es CGI y que es imagen real (en concreto, en una de las pruebas de las llaves). Al ver a los avatares virtuales, no he podido acordarme de la próxima Alita: angel de combate y la polémica sobre la necesidad de personajes con los ojos sobredimensionados. Al menos aquí tiene cierto sentido.
En definitiva, enfúndate los guantes, conecta las gafas y ponte cómodo para disfrutar de Ready Player One, un gran superproducción de aventuras e imaginación como hacía tiempo que no se veía.
Director: Steven Spielberg
Reparto: Tye Sheridan, Olivia Cooke, Ben Mendelsohn, Mark Rylance, Simon Pegg, T.J. Miller, Hannah John-Kamen, Win Morisaki, Philip Zhao, Julia Nickson, Kae Alexander, Lena Waithe, Ralph Ineson, David Barrera, Michael Wildman, Lynne Wilmot, Carter Hastings, Daniel Eghan.
Fecha de estreno: 28 de marzo.