A pesar de la pandemia, de las mascarillas, las restricciones y los aforos, el Festival de cine de San Sebastián sigue fuerte y fomentando el buen cine. Una de las cosas que más me gustan del Zinemaldia es que es un festival para todos los gustos y colores. Podemos encontrar películas de todas las nacionalidades, tenemos hueco para grandes obras de animación o géneros más arriesgados. Aunque afortunadamente se apueste por el cine de autor y se refuercen a los pequeños creadores, también hay hueco para los grandes nombres y películas más palomiteras.
Undercover, un gran potencial pero muy desaprovechado
Basándose en una historia real ocurrida en 2015, Enquête sur un Scandale d’Etat (Undercover) nos cuenta una trama digna de Hollywood. Un periodista y un supuesto agente infiltrado del gobierno francés empiezan a destapar una trama de tráfico de drogas cuyas implicaciones alcanzan hasta la Oficina del Interior del gobierno. Poco a poco parece que el mismísimo director de esa oficina permite, promueve y protege un flujo de drogas por toda europa con el fin de contentar a las agencias antidroga, para el beneficio personal.
¿Con esa historia entre manos qué podría salir mal? Pues lamentablemente Thierry de Peretti consigue crear una historia aburrida y confusa, con personajes planos o directamente enervantes que ni el veterano Vincent Lindon es capaz de salvar. La historia salta de un lado a otro sin poner el foco en ningún elemento importante por lo que termina aburriendo al espectador.
Johnny Depp, la rueda de prensa más esperada
Todos los años, el Zinemaldia entrega varios premios honoríficos a toda una carrera y en esta ocasión abrimos el festival con Marion Cotillard, pero ahora era el momento de dárselo a Johnny Depp. El premio ha sido otorgado por el festival rodeado de polémica que el propio director del festival se ocupó de zanjar la semana anterior. A pesar de llegar tarde al hotel, Depp llegó con su peculiar estilo al Kursaal para la rueda de prensa más esperada este año.
Johnny Depp empezó a responder preguntas de la prensa y rápidamente salieron a la palestra varios temas polémicos que el actor despachó con sinceridad y con su estilo propio. El festival, al igual que el resto de ruedas de prensa, alfombras y entrevistas, ha colgado el video entero en youtube de forma pública, puede verse completo aquí.
La abuela, el tándem Plaza-Vermut
La fantasía y el terror también debe tener espacio dentro del Zinemaldia, un festival de clase A que no tiene que hacerle ascos a ningún género y más si viene de un director y un guionista con recorrido y renombre como son Paco Plaza y Carlos Vermut. El primero ha demostrado una gran habilidad con el terror con estilo costumbrista y el segundo es bueno contando historias oníricas y fantásticas con un regusto extraño, por lo que han formado un gran equipo para crear La abuela.
La abuela pone sobre la mesa una serie de preguntas incómodas, sobre la vejez y la pérdida de la belleza, utilizando para ello un relato de terror. En ese sentido se nota bastante la mano del director y el texto del guionista, ya que ni Plaza tiende a utilizar tanto los sueños y las imaginaciones para sus efectos, ni las películas de Vermut han sido tan inquietantes. Esta película quizás cae un poco en ese terreno intermedio que a lo mejor puede no gustar a los amantes del terror, pero que ofrece una historia que se sale de lo común.
La forma encima del fondo de The French Dispatch (La crónica francesa del Liberty, Kansas Sun)
Sobre cosas que se salen de lo común, Wes Anderson tiene mucho que decir. En la sección de Perlas y a una horas un tanto intempestiva se presentaba The French Dispatch, en españa traducido con el hiperbólico pero muy apropiado título de La crónica francesa del Liberty, Kansas Sun. La película es todo un ejemplo de composición de planos, teoría del color y, en general, dirección de arte.
Lamentablemente, el director tejano en cada trabajo se esfuerza más en el apartado visual y en recrear esa atmósfera irreal que le caracteriza, y menos en contar una historia. The French Dispatch es una película compuesta por cuatro historias a cada cual más irrelevante y alargada, unidas por un hilo conductor casi inexistente. Con un reparto de lujo, eso si. Una película que podrías pausar en cualquier momento y obtener una auténtica postal, pero que en su conjunto queda bastante vacía.