Hoy hablamos de The Crown, una de las grandes triunfadoras en los Globos de Oro, con cuatro premios: Mejor serie de drama, mejor actor principal para Josh O’Connor, mejor actriz principal para Emma Corrin y mejor actriz de reparto para Gillian Anderson. Además obtuvo otras cuatro estatuillas en los Critics Choice Awards, a la mejor serie de drama, mejor actriz (Emma Corrin), actor (Josh O’Connor) y actriz de reparto para Gillian Anderson.
En mi opinión, no ha sido ninguna sorpresa. The Crown es una serie que atrapa, engancha y entretiene sin esperarlo. Necesitas más capítulos y más temporadas que te metan de lleno en la vida de la Familia Real Británica. ¿Cuáles son sus puntos fuertes? ¿Y lo que menos ha gustado? ¿Es la cuarta temporada la mejor de toda la serie? ¡Hoy vamos a hablar de todo esto!
T1 – Primeros pasos de Isabel II, una rebelde princesa Margarita y un primer ministro irrepetible
La primera sensación al comenzar esta aventura es la de estar saboreando una serie exquisita. Hasta el momento, o por lo que tengo entendido, »The Crown» tiene el honor de ser la serie con mayor presupuesto de la historia de la televisión hasta el momento. Y esto se ve desde el primer hasta el último capítulo: la producción con sello Netflix está cuidadisima.
En esta primera tanda de capítulos, concretamente diez, encontramos una reconstrucción de los primeros años de reinado de Isabel II. Peter Morgan, su creador, ya había mostrado en otras obras que era un auténtico experto contando biografías sin aburrir al personal y, una vez más nos deja con la boca abierta. Una producción y un diseño magnífico, con unas recreaciones brillantes del Londres de hace más de cincuenta años.
Retomando lo que comentaba anteriormente, la historia comienza con la llegada de Isabel II al trono tras la muerte de su padre Jorge VI, que a su vez había llegado a ese mando de sorpresa tras la abdicación de su hermano Eduardo VIII.
Esta primera temporada se centra en esos inicios de Isabel II, en su cambio radical, en sus enseñanzas: ya no es libre, la corona está por encima de todo. Otra de las tramas más interesantes es la problemática con uno de los personajes más tiernos (bajo mi punto de vista) de la serie, la princesa Margarita, interpretada por Vanessa Kirby, que es obligada a olvidar un amor. Los tiras y aflojas con el Duque de Edimburgo también serán protagonistas. Si tengo que hablar de echar en falta, en el resto de temporadas he añorado mucho la relación que existe entre Buckingham y Downing Street, con una aparición brillante de Winston Churchill, interpretado por John Lithgow, que serviría como apoyo a la joven reina.
Una de las claves que se mantendrá a lo largo de toda la serie, pero con especial importancia en estos primeros capítulos, es la manera de presentarnos Buckingham Palace: un lugar lleno de lujos que ‘ahoga’ a muchos personajes.
The Crown, ya desde su T1, mantiene una crítica en casi todos sus personajes, dejando sus puntos débiles y mostrando la cara menos conocida que sin duda, también son claves para el éxito de la serie. No puedo terminar esta primera pincelada sin mencionar a Claire Foy y a Matt Smith con unas interpretaciones sublimes, sin palabras. El vestuario y las localizaciones atrapan.
T2 – Problemas matrimoniales y una reina Isabel más fuerte
Peter Morgan ha puesto el inicio de esta segunda temporada en la crisis del Canal de Suez en 1956, en la que Reino Unido fue esencial, alargando hasta el escándalo que acabó con Harold Macmillan fuera de Downing Street en 1963. Muy fiel a su primera temporada, nos muestra el contexto histórico de la época en la que Isabel II empieza a desenvolverse en el trono, pero con una pequeña novedad: los saltos temporales.
Claire Foy sigue brillando en su interpretación de la reina Isabel II, un problema para su sucesora Olivia Colman, que aunque también cautiva, se encuentra con un listón muy alto. En esta temporada vemos a una reina algo más fuerte que los años anteriores pero con muchas debilidades.
Uno de los ejes de la serie es el matrimonio con Felipe, el choque de personalidades y las crisis entre ellos se seguirán viendo y entendiendo mejor en esta segunda temporada. La princesa Margarita y el Duque de Windsor tienen hueco en esta temporada junto a la trama ‘política’, personajes a los que se les dedica capítulos exclusivos.
Resumiendo, esta segunda entrega de The Crown sigue dándonos de esa exquisitez de la que hablaba al principio. Sin duda, diez episodios que superan con creces a los diez primeros.
T3 – Olivia Colman, la nueva reina
Una de las grandes novedades de esta temporada es el cambio en el reparto. Olivia Colman, ganadora de un Oscar por The Favourite, sustituye a Claire Foy en el papel de Isabel II. Tobias Menzies, conocido por Outlander, en el papel que hasta ahora interpretaba Matt Smith, el duque de Edimburgo. Helena Bonham Carter interpreta a la princesa Margarita. Hay muchos más cambios pero creo que los trabajos de estos tres actores son los más destacables. Josh O’Connor aparece como un magnífico príncipe Carlos al que no se le da voz en una familia que decide por él.
La preocupación de la reina por la edad, reiterando aún más el cambio de actriz, la llegada de Harold Wilson al cargo de primer ministro y los rumores sobre su vena comunista. También se refleja el agotamiento y el aburrimiento del Duque de Edimburgo. La criada de la princesa Margarita abandona su puesto por su actitud, cada vez más insoportable desde que su matrimonio va en picado. De esto va la temporada a grandes rasgos. De las que hemos visto hasta ahora la más floja bajo mi punto de vista, aunque la temporada cuatro subirá el nivel desde el primer episodio.
T4 – Thatcher y Lady Di: protagonistas absolutas
Desde el primer tráiler pudimos comprobar que los ejes temáticos de esta temporada eran dos: el gobierno de Margaret Thatcher y el matrimonio del príncipe de Gales y Lady Di. La trama nos adentra en los 80 y, comienza lo ‘bueno’.
En el primer episodio, Isabel II ordena a Margaret Thatcher (Gillian Anderson) crear un gobierno para Gran Bretaña; en otro lugar, se producirá el encuentro fortuito entre Carlos y Diana (Emma Corrin). Ambos acontecimientos, aunque disten mucho uno de otro, darán la vuelta a la trama. Una de las partes más potentes de la temporada es la relación entre la monarca y la primera ministra, que tendrán algún que otro desencuentro en un momento de crisis para la nación.
La relación entre madre e hijo también seguirá siendo uno de los puntos fuertes de la temporada: la preparación del futuro rey y la frialdad de la reina ante sus hijos, sobre todo con su sucesor, mostraran el lado más débil del príncipe de Gales. Pero, si me tengo que decantar por una de las tramas estrella de la temporada, aunque es complicado, es la que envuelve el matrimonio entre Carlos y Diana y, no adelanto más porque hay que verla para entenderla.
Una temporada mucho más reflexiva que las anteriores, más íntima y más adictiva.
En conclusión, The Crown es una de las joyas que podemos encontrar en Netflix. Si no la habéis visto, es una serie que merece mucho la pena. Sus interpretaciones, su trama y el trabajo en decorado, vestuario y caracterización la convierten en una de las mejores series de los últimos años. ¡No puedo esperar más para ver lo que nos depara la temporada 5!