Marvel Studios ¿Sí o No?
Este artículo cuenta con spoilers sobre las películas del universo cinematográfico de Marvel Studios. ¡Leer con precaución!
Vivimos en una época en la que los superhéroes de Marvel están de moda. Pero, ¿qué hace a la audiencia enamorarse de los Vengadores y compañía?
Ant-Man y La Avispa acaba de llegar a los cines de todo el mundo. A simple vista, hablamos de la segunda entrega de una película estrenada en 2015; algo totalmente normal en la industria del cine. Pero, si nos paramos a analizarlo, la película de Peyton Reed marca la vigésima entrega de la saga del Universo Cinematográfico de Marvel, que empezó en 2008 con Iron Man. Veinte películas de una saga en tan sólo diez años es algo que no se ve todos los días y, aunque todos estamos enamorados de Los Vengadores, Spider-Man, Ant-Man, los Guardianes de la Galaxia y todo lo que les rodea, no está de más preguntarse: ¿qué es lo que hace que los superhéroes de Marvel funcionen tan bien en la gran pantalla?
El inicio de Marvel Studios: apostando por el caballo feo
La travesía del conocido MCU comenzó en el año 2008, cuando Iron Man llegó a los cines de la mano del director Jon Favreau. La película presentaba a Tony Stark, un multimillonario playboy cuyo enorme egocentrismo encabezaba una empresa clave en la industria armamentística: Industrias Stark, heredada de su padre, Howard, y encabezada por el atractivo magnate. A lo largo de la cinta y, tras un tortuoso cautiverio en Afganistán, Tony Stark pasaba de ser un nihilista y ególatra a aprender a redimirse de sus (muchos) errores y convertirse en alguien mejor, no sin antes patear el trasero de unos cuantos terroristas y enfrentarse a una conspiración arraigada en las entrañas de su propia empresa; todo esto, enfundado en la impresionante armadura de Iron Man.
Marvel necesitaba tener una franquicia de superhéroes potente con las licencias que disponía
La apuesta de Marvel Studios al estrenar Iron Man en el cine era arriesgada: el personaje formaba parte de los héroes secundarios de la editorial Marvel Comics, y no gozaba de la tremenda popularidad de héroes como Spider-Man, la Patrulla-X o los 4 Fantásticos. Lamentablemente, todas esas licencias estaban en poder de productoras de la competencia. Además, el hecho de estar protagonizada por un actor que parecía estar condenado al olvido, como lo era Robert Downey Jr., parecía no ayudar a la posibilidad de que la película fuese un éxito de taquilla.
Sin embargo, Iron Man demostró a todo el mundo que se equivocaba, convirtiéndose en un arrollador éxito de crítica y taquilla. No sólo era una película de acción fantástica, sino que su desarrollo de personajes era de lo mejor que se había visto en el género hasta entonces. El excelente cast y la increíble dirección de Jon Favreau también fueron piezas clave en el triunfo de la película entre el público.
Tras Iron Man, Marvel Studios expandió su universo cinematográfico con nuevas apuestas y personajes. El Increíble Hulk llegó también en 2008, y Iron Man 2 lo haría dos años después para continuar explorando los demonios internos de Tony Stark, a quien esta película mostraría en su hora más oscura. Thor indagaría en la dignidad y la valía como temas fundamentales para el personaje, mientras que Capitán América: El Primer Vengador trataría una historia de superación.
Vengadores: Con unos sólidos cimientos se hace una buena casa
En 2012 llegó Los Vengadores, el mayor blockbuster de Marvel Studios por aquel entonces y, seguramente, el proyecto más ambicioso del cine de superhéroes para la época. La reunión de Iron Man, Capitán América, Thor, Hulk, Viuda Negra y Ojo de Halcón tendría el choque de personalidades de sus protagonistas como pilar principal en el desarrollo de la trama, además de la evidente trama principal en la que los héroes se reunirían para detener al enloquecido y malvado Loki y su ejército.
La historia nos la conocemos todos: Los Vengadores fue un éxito sin precedentes en taquilla. Los más de 1,000 millones de dólares recaudados en todo el globo la convirtieron en el mayor triunfo del cine de superhéroes en 2012, y el mundo literalmente enloqueció. De repente, los denominados «héroes más poderosos del mundo» estaban en boca de todos. Era la película del momento.
Vengadores fue un éxito instantáneo y pasó a ser una de las películas más taquilleras
Tras Los Vengadores la cosa sólo siguió subiendo y subiendo más. La Fase 2 del MCU rescataba a personajes de la primera etapa (Iron Man 3 ponía a Tony contra la espada y la pared al enfrentarle a su ansiedad tras la invasión alienígena a Nueva York) y presentaba a algunos nuevos: Guardianes de la Galaxia, la aparición de Quicksilver y Bruja Escarlata en Vengadores: La Era de Ultrón, el regreso de Bucky como el Soldado de Invierno o la introducción de Ant-Man, nuestro querido Scott Lang. De nuevo, una retahíla de éxitos y nuevos personajes a los que querer y admirar.
Y así, el MCU ha seguido construyendo su apasionante universo hasta este año, en el que Black Panther, el fenómeno mundial de Vengadores: Infinity War y, ahora, Ant-Man y La Avispa, han llegado para seguir engatusando a millones de espectadores en todo el mundo. Y la pregunta que planteaba el inicio de este post es… ¿qué hace al MCU funcionar de forma tan… perfecta?
La clave del éxito de Marvel Studios
Es una pregunta sobre la que podría debatirse largo y tendido, pero, para mí, su respuesta es muy sencilla: humanidad.
El universo cinematográfico de Marvel no ha triunfado (solo) por presentar a superhéroes salvando al mundo. Tampoco ha triunfado (solo) por su comedia, ni por sus escenas de acción. El MCU ha triunfado por una cosa que todos conocemos porque está en nosotros mismos: humanidad.
Los personajes de Marvel Studios siempre han tenido los pies en la tierra, haciendo mucho más fácil a espectador verse identificado en ellos
Así es: los superhéroes de Marvel son humanos, y esa es la clave de su éxito. En los cómics, la Patrulla-X, Spider-Man, Iron Man, el Capitán América y un largo etcétera han triunfado durante más de 70 años porque, en el fondo, son gente cotidiana con problemas cotidianos. Peter Parker es un eterno joven al que la responsabilidad acompaña desde que se enfundara aquella máscara dibujada por Steve Ditko por primera vez. Tony Stark es un hombre constantemente redimiéndose de sus errores e intentando ser, día tras día, la mejor versión de sí mismo. El Capitán América, lejos de quedarse en el icono patriótico que fue en su época, ha demostrado ser un personaje que representa la superación personal. Cíclope, Lobezno, Tormenta y demás mutantes son la más pura representación de la lucha contra la discriminación que se ha visto en el mundo del cómic; son personas tratando de encajar en un mundo que les rechaza. Todo esto ha acompañado a los superhéroes de la Casa de las Ideas durante décadas, y Marvel Studios ha sabido adaptarlo a la gran pantalla de forma pasmosamente magistral.
Así, desde Iron Man hasta Infinity War hemos podido ver un constante desarrollo de personajes, un permanente y cuidado tratamiento de los héroes que ha servido para conocerles como personas, para indagar en sus demonios y en sus virtudes; en definitiva, para hacerlos humanos.
Quizá sus grandilocuentes escenas de acción, su atrapante comedia o el carisma de cada película hayan contribuido al éxito del universo cinematográfico de Marvel, pero si hay algo por lo que destaca es porque, gracias a esta humanidad, sus personajes han llegado a importarnos como si fuesen nuestros amigos; como si les conociésemos personalmente. Y esto es algo que no todas las sagas cinematográficas han conseguido.
Algunos villanos brillantes entre mucha paja
Pero no sólo los héroes del MCU han sido tratados con esta humanidad y desarrollo tan bien pulidos. Algunos de sus villanos, como Loki, Killmonger y, en especial, Thanos, también han funcionado gracias a esta técnica narrativa.
Killmonger, pese a ser un villano, nos importa en Black Panther porque tiene casi tanto trasfondo como su protagonista. Mientras T’Challa es un hombre que aprende a ser un rey quitándose la venda de los ojos y viendo los errores del sistema en el que se ha criado, Killmonger es el producto de los errores de dicho sistema. Es un hombre corrompido, solitario y abandonado por lo que debió haber sido su hogar, y eso marca una profunda huella en él y determina sus motivaciones. Killmonger no es un gran villano por su actitud chulesca o por lo bien que le queda el traje del Golden Jaguar. Killmonger es un gran villano porque es humano.
Vengadores: Infinity War cuenta con un impresionante estudio sobre el personaje de Thanos. Lejos de ser un «Maloso McMalo» sin trasfondo, las 2 horas y 30 minutos de metraje sirven para presentárnoslo como un personaje lleno de dudas, debilidades, convicciones y demonios. Y aún así, el personaje no pierde un ápice de todo lo que le hace intimidante.
Por otro lado, tenemos a Loki, el favorito de muchos… y con razón. Desde Thor hemos visto cómo el personaje interpretado por Tom Hiddleston recibía un trasfondo y unas motivaciones enraizadas en lo más profundo de sus demonios personales y de su pasado. El hijo de Odín que resultó no serlo se convertía en villano tras sentirse traicionado por su propia familia; desde ahí, hemos visto una increíble evolución de personaje, que concluye de forma magistral en Infinity War. Si los fans lloramos la muerte de Loki no fue por lo violento de esta, sino porque, desde 2011, el Dios del Engaño se había convertido en un personaje que nos importaba; en un villano carismático y, de nuevo, humano.
En resumidas cuentas, creo personalmente que esto es lo que hace que el universo cinematográfico de Marvel nos importe y nos apasione tanto. Gracias a su trasfondo, a su humanidad y a su personalidad, hemos aprendido a apreciar y querer a estos personajes como si fuesen parte de nuestra familia. Por supuesto, Ant-Man y La Avispa también trata al personaje de Scott Lang con un cuidado y mimo similar, convirtiéndole en otro personaje digno de admirar.
Estoy seguro de que Marvel Studios seguirá haciendo maravillas con sus personajes; lo veremos el año que viene, cuando Captain Marvel, Vengadores 4 y Spider-Man: Far From Home lleguen a los cines.
Y a ti, ¿qué personaje del MCU te gusta más?