Sin duda estamos ante un año de despedidas. Posiblemente tengan que pasar mucho años antes de volver a ver más cierres de sagas juntos. No sólo Poniente y sus dragones se despidieron en Juego de Tronos y Los Vengadores dejaron sus trajes, si no que también nos espera el final de la nueva trilogía galáctica de Star Wars. X-Men: Fénix oscura cierra la tetralogía iniciada con el reboot de X-Men: Primera Clase y se puede decir que es un cierre para los mutantes en el cine debido a la adquisición de Fox por parte de Disney. Habrá que ver que nos depara el futuro pero por ahora parece que los mutantes van a pasar un tiempo en la nevera.
Tras lo ocurrido en X-Men: Apocalipsis, los mutantes han demostrado ser una fuerza capaz de enfrentarse a las peores amenazas. Ya no son temidos sino que incluso el gobierno cuenta con ellos para enfrentarse a las peores crisis. En una de sus misiones, Jean Grey casi muere al absorber una anomalía espacial.
Jean vuelve sin ninguna herida de su paseo espacial. Pero algo algo ha cambiado. Algo incontenible despierta en su interior y comienza a destruir todas las barreras que Xavier ha ido construyendo desde que la acogió en su escuela. Ahora es el momento de que Mística, Bestia y los jóvenes alumnos hagan frente a ese peligro.
Menos fuegos artificiales para una saga mítica
Como lector de cómics Marvel, estoy bastante acostumbrado a la historia de Jean Grey y la Fénix oscura. Es una de las sagas de cómics más famosas de los 80 aunque pueda haber envejecido un poco regular. El personaje parece que a lo largo de los años se ha cimentado alrededor de ese concepto y gran parte de sus compañeros (Cíclope, Bestia…) se definen por cómo actuaron en ese arco argumental.
Es casi imposible hablar de Jean Grey sin mencionar al Fénix. Por eso la revelación final de X-Men: Apocalipsis era bastante esperada y auguraba una película aún (si cabe) más épica. Los trailers ya se encargaron de rebajar un poco las expectativas (de hecho, parece que esa tercena entrega no ocurrió); no íbamos a ver una historia cósmica sino una confrontación algo más intimista y ese es la principal fuerza de X-Men: Fénix oscura. Estamos ante una historia de personajes.
Lamentablemente, el plantel de personajes es tan amplio que resulta sumamente complicado llegar a dar algo más que una pincelada a cada uno. El resultado deja un poco que desear, ya que no logras conectar casi con ninguno y muchos tienen apariciones mucho más breves de lo que uno podría esperar (la escena de Quicksilver es casi una broma interna). Como lleva pasando desde Primera Clase, los verdaderos protagonistas siguen siendo Charles Xavier y Magneto. McAvoy y Fassbender siguen robando casi cada plano en los que salen.
X-Men: Fénix oscura no es La Decisión Final, pero se le puede parecer
La propia Jean Grey es la que sale peor parada en esta historia. No hay nada que reprochar a la actuación de Sophie Turner pero toda la historia de la Fénix oscura recuerda demasiado a X-Men: la Decisión Final. Con menos efectos prácticos y más CGI. Con menos espectacularidad pero más centrada. Siempre se ha dicho que La Decisión Final tuvo mucha interrupciones de la productora que terminó alterando (para mal) la película. Ahora su guionista, Simon Kinberg, es el guionista y director de esta entrega y parece evidente que ha hecho la película que quiso hacer en su momento (incluyendo el cameo de la mutante favorita del director, según nos confesó a la prensa) sin intentar darle una vuelta original.
Para esta entrega se ha incluido a los D’Bari como villanos, liderados por Vuk, interpretada por Jessica Chastain. Una raza de alienígenas metamorfos malvados es algo que ya se ha visto en películas Marvel. Este año incluso. A pesar de ello, sirven para construir la mejor secuencia de acción de toda la película, toda una gozada para la vista donde cada personaje tiene su momento para destacar.
Después del visionado, la prensa pudimos acudir a una rueda de prensa virtual con los actores y director en un set remoto, donde pudimos charlar con ellos y preguntarles acerca del futuro de la saga. El director tiene bastante claro que al menos esta versión de los mutantes no será continuada por Disney, por mucho que le gustara y la sensación general es que, al menos por ahora, los X-Men ya han tenido su momento en el cine.
X-Men: Fénix oscura es una película que puede tener fallos y a veces se queda corta pero no aburre y supone un final a esta nueva versión más humana y cercana de los mutantes. Es una pena que vaya lastrada por haber tenido que recurrir otra vez a la historia de Jean Grey sin haber buscado otra historia inédita en el cine.
Director: Simon Kinberg
Guion: Simon Kinberg
Reparto: Sophie Turner, Jessica Chastain, James McAvoy, Jennifer Lawrence, Michael Fassbender, Nicholas Hoult, Tye Sheridan, Alexandra Shipp, Kodi Smit-McPhee