Un mundo seguro para la humanidad…
«Es un gran momento para estar en el negocio de los superhéroes», esta es una de las frases que sentencia Elisabeth Shue en el primer capítulo de The Boys, pero también es una verdad como un templo en estos días. Factorías como Disney o Warner mueven millones con cada estreno (hitos como Vengadores: Endgame ha llegado a recaudar miles de millones). Desde luego que es un gran momento, pero también hay gente que empieza a estar cansada de los superhéroes. Y es que una serie como The Boys no es que sea necesaria en este momento, si no que no podría haber funcionado antes.
En el mundo de The Boys los superhéroes existen. Pero detrás de cada súper, hay una inmensa maquinaria de marketing que cuantifica, evalúa y, sobre todo, monetiza cada acción. Los héroes sirven a intereses económicos y los más importantes del mundo sirven a empresas Voight. Y dentro de ellos, los más poderosos de todos son Los Siete, bastiones de esperanza, buena voluntad y el estilo de vida americano.
Hughie (Joe Quaid) es un chico normal, que como tantos otros colecciona cómics de sus héroes y ve sus películas, mientra trabaja en una tienda de electrónica. Su vida es normal hasta que un día está hablando en la calle con su novia de algo tan banal como ir a echar un polvo a casa de sus padres. Pero si corres más rápido de la velocidad del sonido es difícil ver a alguien. Y a esa velocidad el cuerpo de la novia de Hughie reacciona como un globo de agua, dejando al joven cubierto de restos sanguinolentos y agarrado únicamente a las manos muertas de ella.
…pero sin la humanidad
A-Tren (Jessie T. Usher), el súper que se la llevó por delante, da una rueda de prensa vacía donde se justifica sin llegar a disculparse y en el momento más doloroso, Voight le ofrece llegar a un acuerdo económico para evitar mala prensa. Y en ese momento es cuando hace acto de aparición Billy Carnicero (Karl Urban), una figura turbia con cierta relación con la CIA, que le ofrece a Hughie un canal para convertir ese dolor en ira y devolvérsela multiplicada a los súpers.
Porque los súpers no son como la gente piensa. Detrás de esa fachada de puritanos y honorables se esconden auténticos psicópatas, drogadictos o hedonistas irredimibles que se ríen de los simples humanos sin importarles lo más mínimo.
Aunque no todos los súpers son así. Luz Estelar (Erin Moriarty) es una joven que lleva toda la vida preparándose para ser una superheroína de primera línea. Es atenta y educada y desde luego que está muy lejos de la visión que Carnicero tiene. Y ahora ha sido elegida entre cientos de candidatos para ser la nueva miembro de Los Siete, ya que hay una plaza libre.
Lejos de su casa y de su vieja radio policial, Luz Estelar está en una nube. Pero no pasarán ni unas horas antes de que tenga que empezar a vender pedazos de su alma con tal de mantener el estatus recién adquirido.
The Boys, mala baba nacida del aburrimiento
Para ponernos en situación, The Boys es una serie creada por Amazon Studios de 8 episodios de una hora aproximadamente que adapta el cómic homónimo de Garth Ennis y Darick Robertson, publicado entre 2006 y 2012. Hace unas semanas discutía con un amigo que los productos de TV/cine basados en superhéroes van como una década atrasados respecto al papel y así sigue pareciendo.
El cómic de The Boys llegó en un momento en el que el mercado de los superhéroes con mallas estaba sobresaturado. Los que aún seguían las aventuras de Marvel o DC eran los fans irredentos y mucha gente se sentía hastiada. Momento ideal para el surgimiento de autores que desgranaron todo el mito del superhéroe, quitándoles de cualquier tipo de halo heroico. Eran superhéroes egoístas y violentos. En concreto tres autores ganaron mucha fama y reputación: Warren Ellis (de cuyo trabajo en Ultimates sorprendentemente bebe mucho el MCU), Grant Morrison (de quién ya dije que revitalizó Doom Patrol) y Garth Ennis.
Garth Ennis es el autor del cómic original de The Boys así como de Preacher (con Karl Urban de protagonista también) y de Hellblazer, el cómic de Constantine. Es todo un nombre dentro del mundo del cómic, pero también está un tanto desequilibrado. Aunque tiene ideas geniales, se han tenido que quedar en el papel toda la ultraviolencia, el sexo zafio y las burradas que inundan sus historias.
The Boys y el precio de la fama
En The Boys podemos ver la esencia de la obra del escocés, pero mejor estructurada y limpia que en el cómic. En la serie se presenta un mundo tan factible como oscuro, dominado por el dinero y las ansias de reconocimiento. Siguiendo la trama de Luz Estelar, resulta admirable cómo se profundiza en el precio de la fama y en los paralelismos que se trazan con las grandes estrellas mediáticas o influencers actuales.
Por otro lado la historia de Hughie, Carnicero, Frenchie y los demás que forman parte de The Boys bien podría ser una historia escrita por Tarantino o Guy Ritchie. Es una historia de un perdedores que deciden enfrentarse a una amenaza contra la que no pueden luchar, pero que no les importa. Ahí la historia se llena de acción e investigación, permitiendo mantener la atención del espectador durante la serie.
Sin lugar a dudas The Boys da en la diana. Consigue sorprender, no sólo por que no tenga muchos tapujos (que si habéis leído el cómic sí los tiene en comparación) si no por construir un mundo coherente que te deja pensando si en un mundo real los superhéroes se comportarían de la misma manera.
El reparto de The Boys
Respecto al reparto la elección de Joe Quaid es bastante acertada (aunque el dibujante se basó en Simon Pegg para crear a Hughie) dando ese punto de normalidad dentro de la locura del grupo. Karl Urban quizás no está tan acertado adaptando a Carnicero, pero su papel en Preacher le convierte en un candidato ideal para interpretar a un tipo duro y cabreado, con un pico de oro.
Erin Moriarti es un poco desconocida para el gran público pero consigue transmitir esa ternura de Luz Estelar. Por su parte, el dúo formado por Elisabeth Shue y Antony Starr consiguen generar ese desasosiego inicial y después esa antipatía absoluta que Maxwell y el Patriota se merecen.
Para mi The Boys ha sido la serie del verano y sus 8 episodios se ven casi del tirón, dejándote con ganas de más. Esperemos que Amazon Prime Video nos escuche y no se haga de rogar.